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A tu salud Alfred Casale
Siempre es importante que los atletas jóvenes y sus padres aprendan sobre las lesiones en la cabeza, pero a medida que nos acercamos al comienzo de la temporada de fútbol escolar, la educación sobre las conmociones cerebrales se vuelve particularmente relevante.
El fútbol no es la única actividad que pone a los niños en riesgo de sufrir conmociones cerebrales. Todos los deportes e incluso los juegos en casa pueden causar esta forma leve de lesión cerebral traumática, incluso cuando se usa la protección adecuada para la cabeza. Pero la mayoría de las investigaciones sitúan al fútbol americano entre los deportes con mayores tasas de conmoción cerebral, junto con el rugby, el fútbol y el hockey sobre hielo.
Las conmociones cerebrales son causadas por golpes en la cabeza o movimientos de latigazo cervical que hacen que el cerebro se mueva rápidamente hacia adelante y hacia atrás dentro del cráneo, causando potencialmente daño a los tejidos. Las conmociones rara vez ponen en peligro la vida, pero pueden tener efectos graves y duraderos.
Los síntomas pueden incluir:
Somnolencia o dificultad para despertarse
Dolor de cabeza y mareos
Pérdida del conocimiento, aunque sea brevemente.
Una pupila que es más grande que la otra.
Comportamiento inusual, confusión, inquietud o agitación.
Vómitos, dificultad para hablar, convulsiones o ataques
Debilidad, entumecimiento o empeoramiento de la coordinación en brazos y piernas.
Hasta la fecha, no podemos brindar protección total contra las conmociones cerebrales, pero podemos tomar medidas para reducir nuestro riesgo de sufrir lesiones cerebrales graves.
En el campo de juego, los estudiantes-atletas deben usar protección para la cabeza que se ajuste adecuadamente y que haya sido probada por la Sociedad Estadounidense de Pruebas y Materiales. Esto también se aplica a andar en bicicleta o patinar. Una vez más, los cascos y protectores bucales no pueden eliminar el riesgo, pero sí pueden reducirlo.
Entrenar como un atleta también puede ayudar. Los ejercicios de acondicionamiento pueden fortalecer los músculos del cuello y brindar cierta protección.
Si su escuela o liga deportiva ofrece pruebas de referencia previas a la lesión, debe hacerse la prueba. Las líneas de base de su memoria, resolución de problemas y tiempos de reacción se pueden utilizar como comparaciones si sufre un golpe que podría indicar una conmoción cerebral. Esta herramienta también ayuda a los médicos a determinar cuándo un jugador está listo para volver a competir.
Ningún atleta debería jugar con síntomas de conmoción cerebral. Si un jugador sufre una conmoción cerebral durante un juego, debe ser marginado de inmediato. El descanso y la relajación son cruciales para el proceso de curación del cerebro, y un jugador solo debe volver a jugar cuando lo evalúe y autorice un profesional de la salud calificado, como un entrenador atlético certificado.
La recuperación suele tardar aproximadamente un mes, pero algunas personas pueden necesitar hasta seis semanas para sanar. Siempre debe comenzar la recuperación sin actividad y agregar actividad gradualmente a su rutina a medida que comience a sentirse mejor.
Se deben controlar los síntomas y se debe aumentar la actividad física a medida que esos síntomas mejoren. Si te mueves demasiado rápido, tu cuerpo te lo dirá porque te sentirás peor después de la actividad. En general, debe escuchar a su cuerpo y programar una cita con su médico si no comienza a sentirse mejor.
El Dr. Alfred Casale, cirujano cardiotorácico, es director médico de servicios quirúrgicos de Geisinger y presidente del Geisinger Heart and Vascular Institute. Los lectores pueden escribirle a través de [email protected].